Alto Directivo. Un total de 1.293.000 parados en el registro del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) no tiene ninguna prestación económica, según un informe de Comisiones Obreras (CC.OO.).
Según el documento, la cobertura de las personas en desempleo ha mantenido un porcentaje "bastante elevado" durante la crisis iniciada en 2008, pero el progresivo agotamiento de las prestaciones y su transición hacia el componente asistencial "está reduciendo de forma rápida el nivel inicial".
El sindicato ha señalado que la "abrupta y profunda recesión" que sufre la economía española ha generado una destrucción de empleo que aumentó el número total de beneficiarios al cumplir con las condiciones de acceso establecidas. A su juicio, el aumento en el número de beneficiarios de las prestaciones ha cumplido con la doble función de mejorar la capacidad económica de las personas que habían perdido el empleo y colaborar en la función de estabilizar la demanda interna española en unas condiciones tan perjudiciales de la economía española.
Así, el documento explica que, en una primera etapa de la crisis, las prestaciones contributivas, las más elevadas, fueron mayoría (60,5 por ciento del total) mientras que las asistenciales, de 428 euros, ocupaban una presencia inferior (40,4 por ciento del total). "Se cumplía con la doble condición de elevar el porcentaje de cobertura y la cuantía dirigida a estas personas que habían perdido su fuente de ingresos", destaca el texto.
Para CC.OO. la larga duración del ciclo económico expansivo (entre 1994 y 2007) hizo que a pesar de la excesiva temporalidad en el empleo, un número importante de trabajadores acumulara las condiciones para acceder a una prestación contributiva. Sin embargo, ha apuntado que el paso del tiempo, sin encontrar solución a la crisis y con nueva destrucción de empleo, hizo que cayera de forma continuada el número de beneficiarios de la prestación contributiva, por agotamiento del tiempo máximo de duración (desde 1,624 millones a 1,327 millones en agosto de 2011).