Alto Directivo. En primer lugar, nos gustaría conocer cuál es el estado real de las franquicias en España

Aunque hay que ser prudentes dado el ciclo económico por el que estamos pasando podemos decir que la franquicia está capeando muy dignamente la situación. Un descenso de tan solo un 0,2%, de facturación en un año difícil es un claro indicador de que estamos resistiendo y haciendo frente a esta coyuntura adversa de una manera mejor a como lo puede estar haciendo cualquier otra fórmula de comercio. De hecho, y según los últimos datos de que disponemos el conjunto del sistema de franquicia facturó en 2010 un total de 24.651,4 millones de euros. A su vez señalar que ha crecido el número de cadenas franquiciadoras que operan en nuestro país. Al cierre de 2010 el sistema estaba integrado por 934 enseñas, 15 más que al concluir 2009.

¿Cómo está afectando la crisis a este sector?

Como en el resto de sectores ha habido un efecto negativo. En nuestro caso la crisis ha provocado un descenso en el número de establecimientos operativos. En cifras esto viene a significar un 1,2% menos en la actividad. Si al finalizar 2009 había 57.139 locales abiertos, en 2010 estos han bajado hasta los 56.444 registrados. Dicho descenso ha provocado que el número de personas empleadas se haya resentido en un 1,5%. Al acabar 2010 el sistema estaba dando trabajo a 231.603 personas, mientras que en 2009 esa cifra era de 235.075 personas.

¿Qué perspectivas de futuro hay?

De momento, y por las cifras actuales que arroja el sistema, con descensos poco significativos en facturación, número de establecimientos y personal empleado, somos moderadamente optimistas. No hay que olvidar que el modelo de franquicia está diseñado para crecer y ahora mismo no puede hacerlo al ritmo de épocas de bonanza porque los bancos no conceden financiación. Pese a todo, las cadenas están sentando las bases para salir airosas de la crisis: por poner algún ejemplo señalar que la mayoría de las enseñas están apostando por la innovación. Ofrecen desde reducción de cánones y royalties a sus franquiciados a diversificación en nuevas líneas de negocio. También apuestan por abrir nuevos canales de venta y novedosas fórmulas de promoción, por ejemplo en las redes sociales; el crecimiento a través de multifranquiciados...

¿Hay franquicias extranjeras que no han querido apostar por España debido a la crisis que sufrimos?

Más bien todo lo contrario. De hecho, en el último año se ha incrementado la cifra de firmas extranjeras que funcionan en España, al pasar de las 172 que había en 2009 a las 177 actuales. Esto es un fiel reflejo de la confianza que existe en el sistema de franquicia español como una fórmula de expansión válida y que ofrece múltiples ventajas, incluso en épocas de crisis.

Por otro lado, quisiéramos saber si considera que la franquicia es una buena salida laboral a la crisis.

La franquicia es una forma excelente que año tras año, a pesar de la coyuntura, demuestra ser muy válida. Estos momentos difíciles también son propicios para los emprendedores, inversores y personas que buscan autoemplearse bajo el paraguas de la franquicia, ya que esta les otorga ventajas que no tendrían si pusiesen en marcha un negocio por cuenta propia. En lo referente a los puestos de trabajo que genera en España, a finales de 2010 el sistema empleaba a 231.603 personas, 3.472 menos (un 1,5%) que en 2009. De esta cifra, 70.602 trabajaban en locales propios (3.163 más que en 2009) y las 161.001 restantes en establecimientos franquiciados (6.635 menos que al concluir el ejercicio 2009).

¿Qué principios hay que tener claros para que una franquicia sea un éxito?

La primera clave es que el franquiciador haya comprobado que el negocio tiene aceptación en el mercado y que puede franquiciarse porque ofrece algo diferenciador, valores añadidos a la oferta existente. Asimismo, es fundamental que exista una formación inicial y continua, así como una imagen de marca uniforme, independientemente de la ciudad en la que opere. Y, además, ha de haber una comunicación fluida y directa entre franquiciador y franquiciado, para resolver cualquier duda o problema, teniendo claro que son dos empresarios que van en el mismo barco y tienen intereses comunes.

¿Qué debe tener en cuenta un emprendedor o empresario antes de decidir o no franquiciarse?

Lo idóneo es que antes de decidirse a apostar por una marca compruebe que el concepto funciona y que tiene éxito en el mercado. Para comprobar esto lo mejor es visitar a otros franquiciados que ya estén funcionando con la enseña elegida y preguntarles qué apoyos tienen, cómo es la relación con la central... La mejor publicidad siempre la hacen ellos. Si la respuesta es que la central franquiciadora ofrece un saber hacer contrastado y probado, una formación inicial y continua, planes de marketing y de publicidad, economías de escala, sinergias..., entonces habrá acertado en su elección.

Por último, quisiéramos conocer cuántos asociados hay en la asociación que usted representa y cuáles son sus objetivos para el curso venidero.

La Asociación Española de Franquiciadores (AEF) se fundó hace 18 años y actualmente está integrada por 191 socios, cuya facturación representa el 65% del volumen de negocio que genera el sistema de franquicia en España. Los objetivos de la AEF son los de representar y velar por los intereses de la franquicia en nuestro país, así como hacer de interlocutor ante la Administración y darla a conocer en otros mercados, a través de su presencia en distintas ferias de franquicias internacionales. A su vez, la AEF es miembro de la Federación Iberoamericana de Franquicias (FIAF).

Somos la asociación de franquiciadores con mayor número de socios en Europa, y nuestros objetivos para el año que viene pasan por alcanzar los 200 asociados; seguir apostando por estar presentes en ferias de franquicias nacionales e internacionales, siempre atendiendo a los intereses de nuestros asociados, y dar un impulso a todo lo relacionado con las nuevas tecnologías: nueva web, presencia en redes sociales...