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Para 2025, ciertas herramientas y plataformas emergentes se han convertido en imprescindibles en los altos puestos directivos, impulsando la transformación digital.

Transformación digital e inteligencia de negocio

La digitalización de las empresas sigue avanzando con bastante rapidez, y la alta dirección requiere soluciones que integren datos de múltiples fuentes para obtener una visión completa del funcionamiento del negocio. Las plataformas de analítica aumentada combinan machine learning y automatización para identificar tendencias, prever comportamientos de clientes y optimizar la cadena de suministro con la mínima intervención humana. Softwares similares han llegado a plataformas de ruleta online, permitiendo ver rápidamente qué es lo que está funcionando entre la base de usuarios.

Los gemelos digitales corporativos también son aliados estratégicos muy relevantes. Al replicar procesos clave, como la producción y la gestión de activos, en un entorno virtual, los directivos son capaces de simular escenarios, evaluar riesgos potenciales y validar nuevas estrategias antes de implementarlas en el mundo físico. Esto no solo minimiza costes de experimentación, también ayuda a que la innovación dentro de la organización tenga un pequeño empujón.

Las plataformas de colaboración basadas en realidad mixta también deberían pisar con fuerza en 2025. Con esta tecnología, las reuniones ejecutivas serán más inmersivas y productivas. Los directivos y los equipos de proyecto podrán interactuar con modelos 3D de productos, revisar paneles de datos en espacios virtuales y tomar decisiones conjuntas con mayor detalle que en una videollamada convencional.

Sostenibilidad, ciberseguridad y automatización ética

La sostenibilidad ha pasado de ser un valor añadido de las compañías, que utilizaban muchas veces para promocionarse como empresas verdes, a ser un requisito regulatorio más. En 2025, los directivos tendrán que incorporar plataformas de monitorización de huella de carbono en tiempo real, que integren datos de consumo energético, logística y proveedores para asegurar el cumplimiento de metas ambientales y comunicar avances a inversores y clientes.

Un problema de la transformación digital es que las ciberamenazas han aumentado ostensiblemente. A cambio, la Inteligencia Artificial puede ser una respuesta audaz. Una tecnología que ya vemos en el diseño de las slots también puede ayudarnos a través de soluciones de ciberseguridad basadas en IA, que detectan y reaccionan a intrusiones en milisegundos, priorizando vulnerabilidades críticas y automatizando la defensa en capas. Estas plataformas ofrecen también paneles ejecutivos con indicadores clave de riesgo, facilitando tomar decisiones informadas sobre inversiones en seguridad.

La eficiencia operativa también debería reforzarse con la adopción de Robotic Process Automation (RPA) con capacidades de supervisión ejecutiva. Esto no supone delegar tareas rutinarias a bots únicamente, es conseguir un centro de mando que permite a los directivos diseñar flujos de trabajo automatizados, medir su rendimiento en tiempo real y redefinir procesos según los objetivos de la compañía. Cuando se combina con políticas de IA ética y transparente, las organizaciones garantizan que se respeta la privacidad, el cumplimiento normativo y la equidad en la toma de decisiones.

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