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La empresa familiar madrileña mantiene una visión crítica del entorno que condiciona su actividad económica. Así lo revela la Encuesta de Percepción Económica realizada por la Asociación de la Empresa Familiar de Madrid (ADEFAM) con motivo de su XXII Asamblea General de Socios, celebrada el pasado 4 de junio.

Casi tres de cada diez compañías (28,9%) consideran que la rigidez en los sistemas de contratación y despido es el principal obstáculo para su crecimiento, por delante del coste laboral y la inseguridad jurídica. A esta barrera estructural se suma un desafío en aumento: la captación y fidelización del talento. Este es ya el principal reto a medio plazo para más de una cuarta parte de los empresarios (26,7%), lo que supone casi el doble de lo registrado en 2024.

La combinación de un mercado laboral poco flexible y la escasez de perfiles adecuados a las necesidades laborales de las empresas dibuja un panorama de creciente inquietud entre las empresas familiares, que ven en estos factores una amenaza directa a su competitividad y capacidad de crecimiento a largo plazo.

Resiliencia y confianza: se mantiene el pulso inversor

A pesar del entorno, las empresas familiares madrileñas demuestran una notable capacidad de resistencia y mantienen una apuesta firme por el crecimiento. Un 66,7% de los encuestados prevé aumentar sus ventas en 2025, mejorando las cifras del año anterior (61%), mientras que el 48,9% tiene intención de ampliar su plantilla, lo que representa un leve avance respecto al ejercicio previo.

En materia de inversión, el 84,4% de las compañías tiene previsto invertir en España en 2025, reflejando así un crecimiento sostenido frente a los datos registrados en 2024, y el 33,3% lo hará también en el extranjero, siendo un porcentaje bastante inferior al del año anterior.

El contexto global sigue proyectando una sombra de incertidumbre sobre la economía: el 42,2% de los empresarios identifica los conflictos geopolíticos como el principal riesgo actual, superando en preocupación a la competitividad de las empresas la falta de reformas internas.

De cara a 2025, las previsiones son moderadamente optimistas: uno de cada tres encuestados cree que el próximo ejercicio será mejor que el actual, mientras que casi la mitad anticipa una situación similar.

Llamamiento a la acción para pedir reformas estructurales

El mensaje de la empresa familiar madrileña es claro: España necesita reformas urgentes para mejorar su competitividad, reducir la burocracia y modernizar su marco fiscal y laboral.

Una de las principales advertencias que lanza el empresariado familiar madrileño es la necesidad urgente de acometer una reforma de la fiscalidad empresarial, que incluya la rebaja del Impuesto de Sociedades y un mejor tratamiento de la reinversión de beneficios (53,3%), así como una reducción de la complejidad normativa y una mayor seguridad jurídica (53,3%) y el recorte de las Administraciones Públicas para mejorar su eficiencia (46,7%).

La visión sobre la política nacional es especialmente crítica, con una valoración media de apenas 1,95 sobre 9, aún por debajo del año anterior que fue de 2,29. En contraste, la Comunidad de Madrid mantiene una nota alta: 7,46 sobre 9.

Compromiso y calidad: los valores que definen a la empresa familiar

Frente a la incertidumbre, la empresa familiar madrileña se apoya en sus valores. Por segundo año consecutivo, el compromiso (33,3%) y la calidad (22,2%) son los valores con los que más se identifican los empresarios familiares de Madrid, por delante del esfuerzo, la cercanía o el emprendimiento.

Estos datos refuerzan el papel de la empresa familiar como columna vertebral de la economía regional, con voluntad de seguir contribuyendo al crecimiento de España, siempre que se den las condiciones necesarias para hacerlo.

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