El 80% de los españoles afirma estar satisfecho con su trabajo actual y el 64% declara estar satisfecho con los beneficios que recibe. Formación y cursos pagados por la empresa (57,8%); salario competitivo (55,5%); días de permiso adicionales y horario flexible, ambos con un 49,9%, los más habituales.
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El mercado laboral español vive una transformación acelerada, marcada por la convivencia inédita de cuatro generaciones en activo, una brecha de expectativas creciente y una percepción cada vez más clara: no basta con tener un buen salario, es necesario cuidar el bienestar emocional y ofrecer una propuesta de valor al empleado. Así lo refleja el informe 'Perspectivas Laborales Intergeneracionales', elaborado por Gi Group Holding, en colaboración con las áreas de RRHH de BBVA y Vitaance.
En el momento de incorporarse a un empleo, 7 de cada 10 españoles priorizan un salario competitivo, la estabilidad laboral (68%) y el ambiente laboral (66,9%). Pero no es lo único, los trabajadores también tienen en cuenta otros factores como la flexibilidad horaria (59,2%), las oportunidades de crecimiento profesional (44,5%) o el teletrabajo (26,9%). Mientras los trabajadores de entre 35 y 54 años son los que más valoran el teletrabajo (+30%), los menores de 24 años prefieren en mayor medida la flexibilidad horaria (64,2% vs 21,7% del teletrabajo). Por género, las mujeres apuestan en mayor medida que los hombres por el teletrabajo (28,9% vs 24,9%) y la flexibilidad horaria (63,8% vs 54,6%).
En cuanto a las oportunidades de crecimiento y desarrollo, más de la mitad de los trabajadores asegura que las valora dentro de una empresa, aunque el 32,2% reconoce que busca un empleo donde pueda aprender y mejorar sus habilidades a largo plazo, especialmente los jóvenes de entre 18 y 24 años. A partir de los 45 años, el 14,3% no considera esencial crecer profesionalmente.
La estabilidad es un factor importante para casi la mitad de los españoles, sin embargo, el ambiente laboral y las oportunidades de desarrollo son valoradas por el 36% de los encuestados. Más de la mitad de las mujeres reconoce que busca estabilidad laboral mientras que, en el caso de los hombres, esa cifra cae 5 puntos. Por franjas de edad, casi el 40% de los jóvenes de entre 18 y 25 años valora otros aspectos e, incluso, un 5% manifiesta que la estabilidad no le preocupa.
Según el estudio de Gi Group Holding, el 37% de los españoles afirma haber considerado emigrar al extranjero por razones laborales, un porcentaje muy similar al de los trabajadores de entre 55 y 65 años que aseguran que nunca ha considerado trabajar en el extranjero. El porcentaje de trabajadores que ya han tenido una o varias experiencias laborales fuera de España alcanza el 12%, algo que aseguran en mayor medida los trabajadores de entre 25 y 44 años. Por género, los hombres consideran trabajar en el extranjero en mayor medida que las mujeres y un 10% de ellos está planteándose buscar un empleo fuera de nuestras fronteras frente al 7,2% de las mujeres. Del mismo modo, casi 1 de cada 4 mujeres reconoce que nunca ha pensado en emigrar en busca de mejores oportunidades laborales, frente al 23,4% de hombres que sí se lo ha planteado.
Entre las razones para trabajar en otro país se encuentra principalmente el salario (60,9%) motivo que destaca entre las personas de entre 35 y 44 años (64%), seguido de la mejora de la calidad de vida (47,8%) para más de la mitad de los españoles entre 45 y 54 años y vivir una experiencia diferente (38,3%) la elección de los jóvenes entre 18 y 24 años (45,4%).
En este sentido, más de la mitad de los españoles opina que un aumento de los salarios, con el objetivo de que sean competitivos, y una mayor estabilidad laboral evitaría la fuga de talento de nuestro país. Otras de las medidas que piden son más incentivos para que emprendedores puedan desarrollar su carrera (46,4%), mayor apoyo a la conciliación (43,8%) y más oportunidades de crecimiento profesional y formación continua (41,3%).
Según se desprende del estudio de Gi Group Holding, 4 de cada 10 trabajadores aseguran que el salario emocional es muy importante, incluso más que el económico. Una percepción que resulta habitual entre los menores de 34 años. Es a partir de los 35 cuando el salario económico pasa a un primer plano, especialmente a partir de los 45 años, así lo piensan 6 de cada 10 encuestados de esa edad.
Así, la conciliación entre la vida laboral y personal (62,5%), el horario flexible y la posibilidad de teletrabajo (51,5%) y días libres o adicionales, además de los permisos especiales (50,6%) son los aspectos más valorados por los profesionales en lo que se refiere al salario emocional.
En la actualidad, la importancia del salario emocional es tal que, el 37% de los españoles reconoce haber rechazado un empleo por no ofrecer beneficios más allá del sueldo, porcentaje que supera el 50% entre los españoles de 25 a 34 años.
En general, los trabajadores reconocen estar satisfechos con su trabajo como manifiestan 8 de cada 10 españoles. Especialmente satisfechos están los hombres (83,1%) y los jóvenes de entre 18 y 24 años (87,1%). Preguntados por los factores que harían que se quedasen en una empresa: el 53,3% confiesa que sería necesario un aumento salarial acorde al mercado, el 47,1% cree que un mayor equilibrio entre vida personal y profesional y un 41%, horarios flexibles y posibilidad de teletrabajo.
Asimismo, el 64,4% de los trabajadores afirma estar satisfecho con los beneficios que le ofrecen en su trabajo actual. En este sentido, los más habituales son: formación y cursos pagados por la empresa (57,8%); salario competitivo (55,5%); días de permiso adicionales y horario flexible, ambos con un 49,9%.
Preguntados por la percepción del futuro del mercado laboral, más de 1 de cada 4 profesionales cree que habrá menos empleo y peores condiciones. En este sentido, casi la mitad de los encuestados piensa que la Inteligencia Artificial podría reemplazar muchos puestos de trabajo. En este escenario, el 16,5% de los españoles piensa que no está suficientemente preparado para hacer frente a los cambios laborales. Por edades, los jóvenes entre 25 y 34 años son quiénes, en mayor medida, considera que la formación que reciben para adaptarse a los cambios del mercado es adecuada (40,3%), mientras que 1 de cada 5 trabajadores de entre 55 y 65 años opina que es mala.
El informe refleja una percepción crítica hacia la colaboración público-privada: un 50,3% piensa que la relación entre empresas y organismos públicos es "buena, pero insuficiente" y un 31,4% la califica de "insuficiente". Asimismo, sólo el 20,2% de los encuestados declara que la Administración Pública está actuando de forma adecuada para favorecer la estabilidad laboral y el desarrollo profesional.
Entre las políticas más demandadas por los profesionales destacan: programas de empleo para mayores de 45 años y colectivos vulnerables (46,2%); mejores beneficios para la conciliación familiar y laboral (46,2%); la colaboración entre empresas y universidades para mejorar la empleabilidad (39,6%); los planes de empleo juvenil con incentivos para la contratación de recién graduados (39,5%); incentivos fiscales para empresas que generen empleo estable (38,7%) y una mayor regulación para evitar brechas salariales y desigualdades (38,4%).
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