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Sin embargo, tan importantes son las vacaciones y el descanso mental, la desconexión, como el saber afrontar con seguridad la vuelta a la rutina, a las reuniones, los emails y las interminables llamadas de teléfono.

Es por ello que, a medida que se acerca el momento de la reincorporación, empecemos a trazar planes y marcar una serie de objetivos para el nuevo curso. "Las vacaciones son para disfrutar, pero en ese tiempo de calidad también es interesante que dejemos espacio para hacer balance del curso laboral y pensar en las cosas que podemos mejorar a partir de septiembre. Marcarse una serie de buenos propósitos profesionales es un ejercicio saludable que nos puede ayudar a afrontar la nueva temporada con energía, positividad y buenos niveles de motivación", asegura Joan Pons, CEO de WorkMeter.

La empresa especializada en soluciones digitales de registro de jornada, control del tiempo y medición de la productividad propone una serie de buenos propósitos que, con carácter general, pueden ser útiles para todo tipo de trabajadores. Y es que, señala Pons, "aunque cada persona es un mundo y debe diseñar sus propios planes de mejora, existen una serie de elementos comunes vinculados al bienestar laboral con los que casi todos podemos sentirnos identificados".

5 buenos propósitos para la vuelta al trabajo

Medir - Es difícil mejorar si no sabemos en qué punto nos encontramos. La manera en la que percibimos nuestro propio trabajo puede resultar engañosa porque nos resulta difícil ser objetivos con nosotros mismos. Pero si completamos esas impresiones personales y subjetivas con datos rigurosos y contrastados, podremos llegar a conclusiones mucho más valiosas. Aplicaciones como las de WorkMeter nos permiten obtener esos inputs objetivos que nos sirvan como punto de partida para diseñar planes de mejora y tomar decisiones informadas.

Ser más eficientes - Esas decisiones deberían ayudarnos a trabajar de forma más eficiente: aprovechar mejor nuestro tiempo, optimizar los recursos disponibles y, en definitiva, lograr más con menos. Los trabajadores más productivos son más valorados por sus empresas, están más satisfechos y motivados y tienen mejores posibilidades de conciliar vida personal y profesional.

Reinventarse - Aprender algo nuevo que nos haga ser mejores profesionales, amplíe nuestra empleabilidad y nos permita evolucionar también como personas es siempre un estímulo que nos anima a afrontar con ilusión una nueva etapa. Los programas de formación continua, ya sea en forma de 'upskilling' o de 'reskilling', son una excelente forma de dar forma a ese crecimiento. Una tarea en la que también juegan un papel destacado las herramientas de medición, ya que pueden ayudarnos a identificar carencias de nuestro perfil que necesitemos cubrir.

Desconectar - Entre esos propósitos para el nuevo curso no pueden faltar el descanso ni dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Hay que ponerle límites al trabajo y comprometernos a respetarlos, ya es la única manera de asegurarnos de que mantenemos un equilibrio sano entre la dimensión laboral y personal, y de evitar que una no acabe afectando a la otra. En ese sentido, la aplicación de medición de la productividad de WorkMeter permite una parametrización en la que el sistema invita a abandonar el puesto de trabajo directamente al trabajador después de un determinado número de horas.

Disfrutar - Volver motivado a la oficina también supone reconectar con lo que nos gusta de nuestro trabajo. Fomentar un ambiente positivo en el trabajo, en el que la cordialidad, el respeto, la comunicación y la colaboración entre compañeros sea la tónica general, es una excelente manera de garantizar que el curso laboral arranque de la mejor manera posible.

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