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Durante décadas, la narrativa del empleo estuvo centrada en el salario. Tener un buen puesto y una buena remuneración era, para muchos, el destino profesional ideal. Hoy, esa narrativa ha cambiado. Las nuevas generaciones ya no buscan únicamente estabilidad económica; quieren trabajar en un lugar donde puedan crecer, aprender, sentir propósito, construir comunidad y tener balance con su vida personal. Los jóvenes priorizan el desarrollo profesional, el aprendizaje constante y una cultura organizacional con propósito. Esta transformación silenciosa está marcando un nuevo estándar para las organizaciones que desean mantenerse relevantes en un entorno competitivo y volátil.
Esta visión se vuelve urgente cuando, de acuerdo con OCC Mundial, el 90% de los colaboradores en México considera el estrés laboral una razón válida para cambiar de empleo. Las principales causas son el desbalance vida-trabajo, jornadas excesivas y liderazgo inadecuado, lo cual se traduce en menor compromiso (45%), menor productividad (38%) y rotación creciente (38%).
“Las nuevas generaciones buscan más que un lugar donde trabajar: quieren un espacio donde puedan aprender, ser escuchadas y tener un impacto real”, afirma Adriana Torres Nava, vicepresidenta y líder del Global Delivery Center (GDC) de Capgemini en México. “Por eso, en el GDC diseñamos una experiencia que pone al colaborador al centro, y que evoluciona junto con sus aspiraciones”.
Conscientes de este escenario, el GDC ha adoptado un modelo de trabajo híbrido, acompañado de programas de bienestar emocional, apoyo psicológico y médico, movilidad interna, y una cultura inclusiva. Además, mantiene alianzas con universidades de Aguascalientes y Jalisco para robustecer las competencias del ecosistema local, integrando talento joven a través de rutas de aprendizaje adaptadas a los desafíos de la economía digital. Sus programas de upskilling incluyen certificaciones técnicas, formación en liderazgo y capacitación continua en inglés, gestión de proyectos y habilidades digitales.
Este enfoque no solo impacta a nivel individual. En el contexto del nearshoring, donde según D&M Abogados, México podría generar más de 1.1 millones de nuevos empleos en los próximos tres años, el GDC se posiciona como una plataforma estratégica para conectar el talento nacional con proyectos internacionales. Asimismo, junto con India, Polonia, Marruecos y Egipto, el GDC México forma parte de la red de centros globales de Capgemini, lo que permite compartir mejores prácticas y elevar la competitividad global.
“Estamos construyendo un espacio donde el empleo tiene sentido, y donde el talento mexicano puede crecer sin límites”, destaca Torres Nava. “El futuro del trabajo ya está aquí, y creemos firmemente que debe ser humano, flexible y con propósito”.
Porque hoy, más que nunca, el empleo no se mide solo en nóminas, sino en experiencias.
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