Las reuniones han comenzado. La multinacional Telefónica ha empezado su ronda de reuniones con los principales sindcatos (UGT, CCOO y Sumados-Fetico) para empezar a ligar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con la revisión y ampliación de los convenios colectivos hasta el año 2030.
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En el tira y afloja que se desprende de toda negociación de este tipo, teniendo en cuenta que afecta a más de 6.000 empleados en siete filiales, los sindicatos han establecido una línea roja clara: no firmarán los términos del ERE si la compañía no accede a mejorar de forma sustancial las condiciones del personal que se queda, exigiendo tanto una mayor revalorización salarial anual como un blindaje más robusto frente a la inflación.
La propuesta inicial de la compañía plantea la salida de 6.088 trabajadores, cifra que los representantes sindicales aspiran a reducir drásticamente. Las principales demandas en la mesa de negociación del ERE se centran en:
Voluntariedad y Universalidad: Garantizar que las salidas sean exclusivamente voluntarias y que se apliquen sin discriminación en las siete filiales afectadas.
Condiciones de Salida: Partir, como mínimo, de las condiciones económicas y sociales pactadas en el último ERE de 2024, que afectó a 3.420 empleados y se basó en prejubilaciones con el pago de cotizaciones y seguros hasta la edad de jubilación anticipada.

La negociación de los convenios colectivos se ha convertido en la pieza central para desbloquear el acuerdo. Los sindicatos buscan una mejora sustancial en dos frentes:
Aumento Salarial Anual: Exigen elevar el actual incremento salarial anual del 1% recogido en los convenios vigentes, buscando una revalorización más significativa y acorde con el plan estratégico de la compañía, Transform & Grow, cuyo objetivo es generar hasta 3.000 millones de euros en ahorros para 2030.
Cláusula Antiinflación: El convenio actual incluye una única revisión compensatoria por IPC prevista para 2026. Los sindicatos presionan para establecer un escudo contra la inflación más completo, demandando la inclusión de una o incluso dos revisiones salariales adicionales hasta 2030 para proteger el poder adquisitivo de la plantilla a largo plazo.
La dirección de Telefónica tiene como objetivo cerrar ambos acuerdos antes de fin de año, lo que le permitiría cargar los costes del ERE en las cuentas del ejercicio 2025. Esto ha desencadenado un calendario intensivo de negociaciones, con hasta nueve reuniones semanales programadas.
Las conversaciones abordan de forma paralela el ERE y el Convenio Colectivo de las tres filiales principales (Telefónica de España, Móviles y Soluciones), el área corporativa (incluyendo la matriz Telefónica SA) y la división audiovisual (Movistar+), con encuentros que se suceden de lunes a jueves.
La finalización exitosa de este proceso dual no solo determinará el futuro de miles de empleados, sino que también sentará las bases de las relaciones laborales en el grupo Telefónica para el próximo lustro.
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