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La flexibilidad en el lugar de trabajo ha ascendido puestos en la lista de prioridades de los empleados, y muchos esperan que las empresas cambien. Un estudio de SAP Concur revela que una política de WFA puede tener un efecto enormemente positivo en la felicidad de los empleados: tres de cada cuatro (76%) consideran que trabajar desde cualquier lugar aumenta su satisfacción laboral. Además, esta investigación muestra que las empresas con una política WFA se encuentran en una buena posición para atraer talento, ya que el 44% de los empleados afirman que dejarían una empresa que no tuviera una política WFA por otra que sí la tuviera.

El impulso hacia una mayor flexibilidad es tan fuerte que los empleados están dispuestos a realizar WFA de forma encubierta y sin permiso, como muestra el estudio de SAP Concur que indica que casi uno de cada cinco (18%) empleados ha trabajado desde cualquier lugar sin comunicarlo a su empresa. Además, más de la mitad de los empleados (58%) creen que les resultaría fácil informar de forma no veraz del número de días que trabajan en el extranjero, lo que podría exponer a las empresas a riesgos de muchos tipos.

Joe Logudic, emerging Workforce Global Leader de Deloitte, asegura que el WFA ofrece numerosas ventajas a empleados y empresas, pero también conlleva una serie de retos, entre ellos, la inmigración y la legislación laboral, el riesgo fiscal de las empresas, el impuesto sobre el trabajo y la seguridad social, junto con otros requisitos de registro y el cumplimiento de la normativa por parte de empleados y empresarios.

El poder encontrar el equilibrio adecuado entre la flexibilidad de los empleados y el cumplimiento de la normativa por parte de las empresas y la gestión de la plantilla es más complejo cuando la flexibilidad se extiende más allá de las fronteras. El aumento de las solicitudes de WFA está ejerciendo una presión adicional sobre las empresas para que evalúen los riesgos normativos y de cumplimiento, lo que lleva tiempo y requiere procesos y políticas adicionales de protección. Sin embargo, tan solo el 8% de los empleados están preocupados por las sanciones que puedan sufrir ellos mismos o su empresa por haber incumplido, sin saberlo, la normativa fiscal mientras trabajaban desde cualquier lugar.

Fatima Johnston, directora de Emerging Workforce, señala que es imperativo que las empresas establezcan políticas y procesos claros para garantizar el cumplimiento en toda la organización. Esto implica, no sólo comprender los requisitos normativos, sino también aplicar prácticas sólidas de gestión del cambio para facilitar una adaptación sin fisuras a las nuevas normas.

Las soluciones tecnológicas inteligentes pueden permitir a las organizaciones realizar un seguimiento de las ubicaciones y actividades de los empleados, utilizando los datos de solicitudes, reservas y gastos de viaje para apoyar el cumplimiento de la normativa, todo ello al tiempo que se reducen los tediosos procesos manuales de control. De esta forma, las empresas pueden proporcionar a los empleados aprobación inmediata para trabajar a distancia o hacer planes de viaje.

Muchos empleados ven ahora el WFA como una parte imperativa de su vida profesional, y algunos están dispuestos a adoptar este modelo de trabajo en cualquier circunstancia. Dado que el WFA está aquí para quedarse, las organizaciones pueden educar a la empresa y a los empleados sobre los riesgos de cumplimiento y estudiar la aplicación o evolución de sus políticas y procesos dentro de un marco de riesgo gestionado, para ofrecer flexibilidad al tiempo que se protege a la empresa.

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