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Dirigir un equipo de trabajo senior es complicado para los más jóvenes. Esto es así porque a menudo los mayores son reticentes a aceptar el liderazgo de una persona muchos años menor que ellos. En estos casos, la paciencia es una habilidad a trabajar para conseguir este propósito.

Un consejo para poder dirigir un equipo de personas veteranas es hacerlo con naturalidad. Es normal que los jóvenes estén acostumbrados a que sus jefes sean mayores. Por su parte, las personas de mayor edad están acostumbradas a lo contrario. No obstante, pasado un tiempo, es normal que el jefe suela ser más joven. En estos casos es frecuente que existan dudas sobre el liderazgo del joven.

Reticencias iniciales

Al ser humano no le suelen gustar los cambios. Y menos cuando estos tienen que ver con la llegada de un jefe mucho más joven. Esta situación puede causar cierta inquietud en los trabajadores. Es por eso por lo que el nuevo jefe debe tener empatía con los empleados que llevan más tiempo que él en la empresa y tener un liderazgo colaborativo y flexible.

La inseguridad inicial es normal. Una persona de 50 años no tiene problemas en ser dirigida por alguien menor, por alguien que haya pasado los 30 años de edad. Sin embargo, la situación es distinta cuando el jefe tiene veinte años. En este tipo de situaciones es normal que aparezcan dudas sobre si la persona será capaz de sacar adelante el trabajo. Aparece la sombra de la inexperiencia. Esto no quiere decir que sea imposible dirigir a un equipo de veteranos. Lo que hay que hacer es asumir la inseguridad inicial como algo normal.

Si pese a las adversidades el líder demuestra al equipo de veteranos que es un buen jefe y que sabe lo que hace, las reticencias desaparecerán enseguida. La clave está en enfrentarse a los miedos y superar las adversidades siendo todo un profesional.

El Club del Emprendimiento

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