En la era digital actual, el papel crítico de las Tecnologías de la Información (TI) en el impulso de la innovación y la eficiencia empresarial es innegable, pero conlleva una responsabilidad ambiental considerable manifestada en la huella de carbono
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La conciencia ambiental y la necesidad de prácticas sostenibles en el ámbito de las TI se vuelven imperativas y, aunque el tejido empresarial está empezando a introducir el cambio climático como cuestión primordial en sus políticas, estrategias y planes, lo cierto es que más del 60% de las grandes empresas españolas incrementaron sus emisiones totales de CO2 en el último año, de acuerdo con el último informe de Oxfam Intermón.
En línea con la propuesta legislativa europea de reporting verde, que busca reducir las emisiones de CO2 en al menos un 55% para el año 2030, a partir de enero de 2025, ciertas empresas estarán obligadas a calcular y publicar su huella de carbono y a presentar su estrategia para reducirla. En este escenario, es necesario contar con herramientas que ayuden a medir el impacto medioambiental del carbono del ecosistema de TI de las compañías.
Es por ello que Dynatrace, líder en observabilidad y seguridad unificadas, ha desarrollado Dynatrace Carbon Impact, una solución esencial, permitiendo a las organizaciones calcular, monitorizar y reducir de manera proactiva su huella de carbono de TI. Este proyecto no solo brinda la capacidad de medir las emisiones, sino que también ofrece recomendaciones y opciones de optimización, posicionándose como un aliado clave en el viaje hacia operaciones de TI más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Esta herramienta se presenta como un paso fundamental hacia la alineación de la innovación tecnológica con la responsabilidad ambiental.
La aplicación traduce las métricas de utilización, incluyendo CPU, memoria, disco y E/S de red, en su equivalente de CO2 (CO2e). También proporciona orientación práctica sobre cómo reducir la huella de carbono global de TI. Además, detalla el consumo de energía y CO2e por fuente con filtros que ayudan a centrarse en las áreas de mayor impacto. Por ejemplo, destaca las instancias infrautilizadas en un centro de datos específico junto con los principales emisores de CO2e dentro de un grupo de hosts distinto. Para lograr estos objetivos, Carbon Impact aprovecha la plataforma Dynatrace® y su topología Smartscape® y el mapeo de dependencias, proporcionando información precisa de optimización y contexto automático de aplicaciones y procesos para establecer la base de las iniciativas de codificación verde.
Los cálculos de consumo de electricidad y emisiones de dióxido de carbono en Dynatrace Carbon Impact se rigen por la metodología desarrollada por la Sustainable Digital Infrastructure Alliance (SDIA). La fórmula utilizada abarca tanto la energía consumida por el hardware como la empleada en el proceso de refrigeración. Al explorar la página de inicio de Carbon Impact, los usuarios pueden obtener una visión integral de su huella de carbono de TI, que incluye un resumen de emisiones totales, recomendaciones de optimización para hosts inactivos e infrautilizados, una tabla que agrupa emisiones por centro de datos, y gráficos que ilustran la huella de carbono acumulada a lo largo del tiempo y la comparación entre las emisiones de carbono y un indicador clave de rendimiento empresarial seleccionado.
Para lograr esa optimización, Dynatrace Carbon Impact ofrece dos opciones para maximizar la eficiencia operativa y reducir la huella de carbono. La primera, denominada ''Optimización de Inactividad'', permite identificar hosts que están activos, pero no se utilizan activamente ni llevan a cabo tareas significativas. Por otro lado, la ''Optimización del Tamaño'' brinda la capacidad de detectar hosts que, aunque no están inactivos, utilizan menos recursos de los planificados originalmente, permitiendo ajustes en su configuración para una utilización más eficiente. En ambos escenarios, es fundamental establecer parámetros que definan lo que constituye un host inactivo o infrautilizado. Los valores predeterminados se basan en criterios de Google Cloud Platform, donde un host se considera inactivo si utiliza menos del 3% de la CPU y tiene un tráfico de red saliente inferior a 100,000 bytes/s o un tráfico de red entrante inferior a 120,000 bytes/s. En el caso de un host infrautilizado, se define como aquel que utiliza más del 3% y menos del 30% de la CPU, junto con un uso de memoria inferior al 50%. Estos valores son ajustables para adaptarse a las necesidades específicas de cada usuario.
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