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¿Estás pensando en emprender? Si esta duda sobrevuela tu cabeza es normal que te surjan muchas preguntas al respecto: por dónde y cómo empezar, si es mejor hacerlo solo o en equipo, etc. A continuación, intentamos despejar todas las incógnitas.
La primera duda: solo o en equipo
Quizá quieras empezar un negocio con tu pareja, el amigo de tu infancia, un compañero de trabajo, etc. Tienes que tener en cuenta que quizá esa persona es ideal para pasar tiempo charlando, salir a tomar algo, trabajar un número determinado de horas e incluso convivir. Sin embargo, si decidís iniciar la aventura de emprender, a partir de ese momento tendréis que tomar decisiones cruciales juntos hacia una meta común. Debes sopesar si compartís unos mismos ideales, queréis alcanzar los mismos objetivos, os podéis complementar y dejar claro desde el primer momento los roles que va a desempeñar cada uno.
Una vez hecho esto, si decides continuar adelante, se abre un camino de beneficios al contar con un apoyo. Podéis poner más ideas en conjunto, hay diferentes prismas de la realidad del negocio y contáis con un número de contactos más amplio que si solo fueras uno.
Tipos de empresa
Cuando se decide abrir una empresa debemos establecer de qué tipo va a ser:
- Como autónomos. A lo mejor te has decantado por la opción freelance. En ese caso eres tu propio jefe y, además, puedes utilizar los costes que has ahorrado de constitución de la empresa en otras cuestiones.
- Sociedad limitada. La responsabilidad de los socios está limitada al capital aportado (dividido en participaciones), es decir, solo responden de las deudas por el capital invertido.
- Comunidad de bienes. Ante las deudas se responde con el patrimonio.
Empresa con dos socios
Como ya hemos dicho, hay que dejar claro qué funciones va a desempeñar cada uno dentro de la empresa. Además, en el momento en el que se constituye es primordial redactar los estatutos.
Por último, debéis decidir qué tipo de sociedad es la elegida para emprender. Para ello debéis pensar en el capital disponible y la responsabilidad que estáis dispuestos a asumir. Una vez gestionado todo el papeleo, hay que presentar la legislación fiscal, mercantil y contable de la empresa al Estado.
Tipos de socios
- Socio inversor. Es el que aporta un soporte económico para que la empresa funcione. Se ve afectado tanto por los beneficios como por las pérdidas.
- Socio trabajador. No participa de forma económica, pero sí laboral. Es decir, contribuye con su experiencia y conocimientos.
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