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Hace escasas semanas llamó mi atención en un aeropuerto europeo una campaña de atracción de talento TI auspiciada por el Digital Hub de Dinamarca y financiada con fondos europeos. En ella se destacaban los puntos que hacen del país nórdico uno de los mejores para trabajar, a saber: cinco semanas de vacaciones pagadas, uno de los primeros países del mundo en el ranking de conciliación de la vida laboral-familiar y en satisfacción laboral, y segundo país más feliz del mundo.

Detrás de una web atractiva, con una imagen desenfadada, multicultural y diversa -todo muy medido- se esconde una de las principales preocupaciones de gobiernos y empresas en los últimos años: la dificultad para encontrar talento, especialmente en el ámbito de la tecnología.

Son muchos los estudios tanto a nivel nacional como internacional que desde hace varios años llevan alertando de esta dificultad para encontrar personal con las competencias TI suficientes para nutrir a un sector que da soporte funcional transversalmente a prácticamente todo tipo de organizaciones.

Uno de los más recientes, llevado a cabo en nuestro país por la Fundación VASS y la Universidad Autónoma de Madrid, destaca que el sector TIC ha experimentado un crecimiento del 19,8% desde 2020, empleando a más de 650.000 profesionales al comienzo del año 2023. Pese a ello, el estudio también señala que el 61% de las empresas que buscaban especialistas TIC en 2022 tuvieron dificultad para cubrir sus vacantes, y se estima que hasta 10.500 posiciones técnicas nuevas se quedaron sin cubrir en ese mismo año.

Esta escasez de perfiles compromete también el crecimiento económico y el empleo en España, que el informe estima en una pérdida de oportunidades y actividad económica de más de 2.300 millones de euros. Pese a lo destacado de estos datos, buena parte de los profesionales en activo podían ver como algo ajeno el problema de escasez de talento TI.

Sin embargo, hace menos de un año vio la luz ChatGPT y el mundo se volvió literalmente loco con todo lo que esta inteligencia artificial generativa era capaz de hacer con solo tocar unas pocas teclas. Y es que este nuevo avance está removiendo los cimientos de la economía global. Es más, de acuerdo con datos del World Economic Forum, el 44% de las capacitaciones en España tendrán que modificarse en los próximos cuatro años debido al impacto de este nuevo tsunami tecnológico. Y eso sí nos afecta a todos.

Si algo está dejando en evidencia ChatGPT y la IA generativa es que ya no es posible resistirse a la formación continua y que la tecnología ha de formar parte de ella. Además, ésta resulta clave para garantizar la empleabilidad de las personas, y aunque de momento esa mejora en la empleabilidad no vaya más allá de los perfiles técnicos, muy pronto cualquier profesional tendrá que adaptarse a ella para ser más productivo y eficiente.

Afortunadamente, la tecnología también facilita a su vez la formación necesaria en las nuevas habilidades que requiere y cursos como 'AI for Everyone' uno de los cinco más demandados en España, según la plataforma de formación Coursera, así lo demuestra.

Y es que en ese 'everyone' estamos todos, no solo los ingenieros, programadores, matemáticos o analistas de datos requieren desarrollar nuevas habilidades en TI, nuestra profesión de comunicadores, periodistas, creadores de contenido, etc. también se encuentra entre las ''afectadas'' por la inteligencia artificial, y no podemos ni debemos dejar de preocuparnos y ocuparnos en ello. La formación es la clave para surfear el nuevo tsunami que trae la IA.

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